Ventanas chinas - Nora Aslan
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Ventanas chinas

por Mercedes Casanegra

 

Uno de los objetivos tácitos del arte del siglo XX ha sido reflexionar sobre la tradición heredada del Renacimiento. Su gran descubrimiento de la perspectiva tuvo concecuencias prolongadas a través del tiempo. Mirada y espacio totalizados: el cuadro ventana con una concepción del espacio surgida de la cosmovisión de la época. El siglo XX fue mostrando la idea de un nuevo espacio. Cambiante, dinámico, heterogéneo, excéntrico.

 

NA, quien trabaja por series en los últimos años, se ubica en la tradición de la pintura, pero desde una práctica diversa: modos particulares de utilización de la fotografía y el collage. La primera, otra manera de observar lo real, el segundo un lazo entre arte y mundo.La mirada a través del arte se constituyó por siglos en la portadora de la interpretación del entorno circundante. Hoy la mirada, también como el espacio, se volvió diversa, instantánea, sucesiva, fugáz.

 

NA realiza una intervención provocadora en su serie “ Ventanas chinas ”. Hace irrumpir el esquema ventana, pero de otra cultura – la china -, para incitar a una mutación. Cuando el impresionismo acudió a la estampa japonesa o el cubismo al arte negro, no se trataba de meros hechos estéticos, sino de profundos movimientos culturales.

 

En la tradición renacentista ooccidental el cuadro ventana posibilitaba la visión de una porción del mundo. Por medio de la perspectiva un ojo humano único era el mediador entre macrocosmos y microcosmos. Una escena se desplegaba y la cosmovisión del mundo quedaba así integrada a través de la mirada.

 

En las ventanas chinas, a la distancia un esquema ornamental, que en la proximidad multiplica las visiones que la artista conjuga a través del collage fotográfico. Pero, el proceso se inicia en el trabajo previo e elección y ordenamiento, cercano en rigor, meticulocidad y objetivos a la labor científica. La precisión, libre de cualquier azar, se funde con la intención. Las fotografías largamente seleccionadas son transposiciones objetivas de versiones de lo que también acontece en el programa de lo real en el mundo. No se trata de fotos artificiosas, ni compuestas. La instancia siguiente, la composición, determina cada ventana china.

 

Desde la modernidad pareció instituirse de manera creciente una cultura de lo eminentemente visual en Occidente hasta el presente. Los antiguos símbolos se destruyeron y los nuevos no parecen haber sido descubiertos suficientemente aún Por lo tanto, una crisis en la profunda capacidad de simbolizar exhibe lo visual a menudo como vacuo, como puro ornamento, como sola exterioridad.

 

Las obras de NA adhieren a un paradigma nuevo, que deja de lado la moderna autonomía del arte. En cada fragmento fotográfico está latente la revelación de un denso instante que se hace pregnante en el recurso de la duración, en la repetición que como letanía se vuelve a decir para quedar grabada en la conciencia. Los temas giran en torno a situaciones de el otro, y de la cara oculta, de la que no ostenta superioridad, en la cultura presente.

 

La poética de NA se va enhebrando también a través de un sentir ético que se manifiesta esta vez en las “Ventanas chinas”. Se trata de la formulación de la pregunta, una vez más, sobre la relación en occidente entre sufrimiento y belleza, entre el padecimiento y lo sublime.